La
tradición de los mercadillos familiares de segunda mano favorece el
ecologismo al reutilizar y revalorizar los objetos y enseres que tenemos
guardados en nuestros trasteros.
La sociedad de consumo nos incita a la adquisición y acumulación de gran diversidad de bienes diariamente. Desde un traje nuevo a un jarrón chino que nos regalaron, esos libros que hemos leído y no nos han acabado de convencer, los juguetes de los niños que se van haciendo mayores, y por último un armario que compramos para guardar esos y otros tantos trastos más que hemos ido atesorando a través del tiempo.

Muchos
de estos objetos ya sin uso, y apartados en un rincón a la espera del
conocido “por si acaso”, tienen una nueva oportunidad gracias a los
mercadillos familiares de segunda mano. De forma periódica en
diferentes partes del mundo o cuando surge la necesidad, las familias se
dedican a hacer inventario de todo aquello que se ha cubierto de polvo y
telarañas en el desván, en el baúl o en el trastero para ponerlo a
disposición de otros.
Ponerse a limpiar y llenar bolsas y
cajas que almacenan objetos sin uso es todo uno, algo muy común.
Objetos diferentes y únicos, antiguos, modernos, usados o aún con
etiqueta puesta. Antes de pensar en el contenedor podemos pensar que,
quizás a la vuelta de la esquina, algún vecino está buscando alguno de
esos objetos sin apenas uso. ¿Cómo favorecer que los vecinos encuentren
lo que buscan y nosotros demos salida a los objetos en desuso?
Trueque o compraventa
Con
la organización de un mercadillo familiar de segunda mano ponemos a
disposición de los demás vecinos aquellos objetos que ya no usamos, como
la ropa, los complementos, los juguetes, un pequeño electrodoméstico e
incluso un mueble que no pega con nuestra nueva decoración.
Por
un precio razonable, muy por debajo del valor de mercado de primera
mano y, a veces por un importe meramente simbólico, los compradores
pueden encontrar aquello que nunca pensaron que pudiera caer en sus
manos después de tanto tiempo: un artículo descatalogado hace años, un
sello que amplia una colección particular, una ocasión de poner en
práctica las dotes de restauración, el juguete que tuviste de niña y que
tu madre tiró a la basura sin pensar que quizás tenía un valor personal
para ti... Todo lo puedes encontrar en un mercadillo así.
Si
te apetece puedes incluso hacer uso del trueque, una práctica
alternativa con siglos de antigüedad, nacida precisamente dentro de los
pequeños mercados, y que renace de las cenizas en estos últimos años
como una fórmula comercial de gran valor, ya que en el intercambio,
llamado permuta, no intermedia el dinero, sino un acuerdo privado.
Tradición de los mercadillos familiares
Los
mercadillos han sido desde años cuna del regateo, lo que proporciona
singularidad a este tipo de iniciativas y ha hecho que tengan gran
aceptación popular. Los mercadillos han dado vida a las ciudades y han
favorecido el comercio y las relaciones sociales. No todos los
mercadillos son iguales, por eso hay que destacar que en el mercadillo
familiar el vendedor suele ser una persona física, nunca una empresa o
un profesional de sector, ya que el objetivo básicamente es del reducir
el stock de trastos en el hogar y sanear la economía personal,
permitiendo la adquisición de objetos que, de otra manera, sería
inasumible.
Estos mercadillos traen consigo el encanto de
los objetos de segunda mano, lugar de visita frecuente de
coleccionistas, artistas, restauradores... En un mundo donde predomina
el consumismo sin freno, los mercadillos ofrecen un descanso para
nuestros bolsillos y para nuestra mente, nos emociona al recordar
tiempos pasados y vivencias personales. Ofrece la satisfacción de estar
contribuyendo con el planeta en su mantenimiento, reduciendo residuos
domésticos del medio ambiente, alargando la vida útil de los objetos. Lo
que ya no se utiliza no acaba en la basura, sino que se reutiliza.
Los
mercadillos tienen una gran tradición a lo largo del mundo,
especialmente en Europa, tanto en las ciudades como en los pueblos o
aldeas. Son y seguirán siendo de gran relevancia social. El mercado de pulgas parisino de Saint – Ouen es quizás uno de los más conocidos, pero
se conocen otros como los de la India, donde reciben el curioso
nombre de “Gurjari” o Shrukawadi Bazzar”. El rastro madrileño sería
comparable al mercadillo familiar.
Los espacios de
celebración de los mercadillos suelen ser las plazas y otros espacios
cedidos por los ayuntamientos. ¿Quién no recuerda el jardín de la casa
de Andy en “Toy Story 2” donde compran por equivocación a “Woody”? En
Reino Unido, por ejemplo, es muy habitual usar los garajes para esta
práctica. Los más animados tienen además diversos eventos populares en
fechas señaladas, como en carnavales o en Navidad.
Un mercadillo en Ciudad 70
Hemos
querido trasladar esta actividad a nuestro barrio de Ciudad 70 en
Coslada con el objetivo de dinamizar la vida social de nuestra comunidad
y fomentar la participación ciudadana, al mismo tiempo que da la
posibilidad al resto de población del Corredor del Henares a participar
en un mercadillo divertido y con espíritu ecológico.
Comprar
objetos de Mercadillos de segundo mano está de moda, y es una de las
mejores opciones a la hora de renovar el armario, re-decorar tu casa o
encontrar algo interesante para leer el próximo mes. Es algo único,
diferente y original cada vez. La causa es siempre buena para todos.
“El Mercadillo y Cambalache de Coslada” es una iniciativa personal de dos
vecinas de Coslada con alma emprendedora que hará posible que en Ciudad
70 nazca esta tradición popular y se mantenga viva, organizando el
mercadillo familiar por lo menos un domingo al mes.
Organización del mercadillo
Para
asistir sólo se necesitarán los objetos a vender o intercambiar, una
mesa tipo camping, borriquetas con tablero, una manta o similar y las
ganas de pasar un rato agradable con la gente del barrio, sin olvidar el
respeto por el otro.
El espacio con el que contará cada vendedor será de 2m x 2m.
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Auspiciado por |
Es necesario inscribirse previamente en el Centro de Formación Buero Vallejo.
También puedes encontrarnos en Facebook: http://www.facebook.com/mercadillofamiliar
Apunta
en tu agenda la dirección del mercadillo, frente al Centro de Formación
Buero Vallejo situado entre la Avenida de Madrid y la Avenida de
Frankfurt, s/n
ESTE PROYECTO NO HUBIERA SIDO POSIBLE SIN LA AYUDA TÉCNICA DEL AYUNTAMIENTO DE COSLADA, A QUIEN LE AGRADECEMOS LA CONFIANZA EN ESTA BONITA INICIATIVA.
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